Sobre mí.

Mi nombre es: Manuel Francisco Parrilla Cabezas. Soy Guía de Naturaleza y Monitor-Educador Medioambiental. Desde el momento en que me formé como Educador Ambiental en el seno del Parque Natural de Cazorla, Segura, Las Villas; entendí y decidí que quería dar a conocer éste y otros Entornos Naturales (con los que cuenta la Provincia de Jaén, de tanta importancia como este Parque Natural); a los Amigos de la Naturaleza que actúan en élla, llevados por este mismo entusiasmo. Posteriormente me he seguido formando en otros Campos relacionados con la Naturaleza como: la Flora, la Fauna y la Geología. El resultado de este bagaje, es lo que quiero comunicaros, a través de este Blog. Mediante Fotografías, Vídeos, Montajes Audio Visuales y textos, quiero daros a conocer toda la Belleza Escondida, que atesoran los Parques y Parajes Naturales de la Provincia de Jaén.

El Blog de la Laguna Grande de Baeza.

El Blog de la Laguna Grande de Baeza.
Atardecida en Laguna Grande.

Acerca de este Blog.

Ante todo, este Blog pretende ser un Blog Educativo en el que quiero daros a conocer todos los Conocimientos que he adquirido mientras me he formado; primero, como Monitor-Educador Medioambiental, y Luego, como Agente de Medio Ambiente. A estos conocimientos voy a unir también todos aquellos que he adquirido en mi trabajo de campo, en plena Naturaleza.

Sierra Mágina.

Sierra Mágina.
"Puerto de la Mata". (Vídeo).

Publicación Destacada.

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BAEZA.

BAEZA.
Calleja.

SIERRA DE CAZORLA.

SIERRA DE CAZORLA.
Pinos Salgareños, de la Variedad "Bandera".

MIS AVENTURAS EN LA NATURALEZA.

"TRAS LA PISTA DEL VENADO QUE BERREA": AMIGOS DE LA NATURALEZA: Como os comenté hace un poco tiempo, aquí os presento el primero de los relatos, en los que voy a compartir con vosotros, muchas de las aventuras y vivencias que he experimentado, pateándome un día sí, y el otro también, los Parques y Parajes Naturales de nuestra Provincia de Jaén. Para amenizaros la lectura de los mismos, os adjuntaré si los hubiere, los vídeos relacionados con esas vivencias y aventuras. Espero que os gusten. MIS AVENTURAS EN LA NATURALEZA. Capítulo 1: "Tras la pista del Venado que Berrea".. Es un día del mes de septiembre. Hace buena temperatura ambiente aunque el cielo está cubierto. Me encuentro en la cafetería del camping “Puente de las Herrerías”, en la zona del Parque Natural de Cazorla, Segura, las Villas, del mismo nombre. Mientras saboreo los últimos sorbos del buen café que me estoy tomando, disfruto pensando en los animales silvestres que; sin duda alguna, me voy a encontrar en mi camino; pues mi objetivo es subir a la Cañada de las Fuentes, y descubrirlos allí, en su Medio Natural; no voy buscando otras aspiraciones más allá de éstas. Es por esta razón que voy pertrechado, sólo, con lo imprescindible: mis botas de montaña; una pequeña cámara de vídeo para tomar imágenes y mi coche particular. Son aproximadamente las 16,30 h. Apuro el último sorbo del buen café que estoy saboreando. En el corto trayecto desde la cafetería del camping hasta el Peugeot blanco que me va a llevar a la Cañada de las Fuentes; allá al fondo, en lo profundo del monte, recibo con absoluta claridad, el berrido profundo y poderoso, de los Venados, repletos de Testosterona, que reclaman Hembras y Territorio. Comienza mi aventura. Me coloco ante los mandos de mi viejo vehículo, e inicio el ascenso del camino forestal que me va a llevar a mi objetivo. El camino discurre entre pintorescas y escarpadas formaciones rocosas, bosques de Pino Salgareño y Monte Mediterráneo, amenizados por la Banda Sonora que interpreta el río Guadalquivir, con sus aguas bravas y cascadas, descendiendo en tropel a mi izquierda, por su; ahora, abundante cauce. Unos extraños gruñidos, desconocidos por mí, además del berrido de los Venados en Celo y el canto de los pájaros, acaparan poderosamente mi atención, en el momento en que llego a la casa forestal de la Fuente del Oso. Llevado por mi curiosidad innata, aparco mi viejo Peugeot blanco en la cuneta, y me salgo con cuidado. Los gruñidos desconocidos, se hacen mucho más audibles, y descubro a tres preciosos Zorros Comunes adultos peleándose entre ellos, pero sin “llegar a las garras”, emitiendo estos extraños gruñidos. Ruidos de ramas que se parten; el sonido del trote elegante de las ciervas; un Venado adulto, berreando allí mismo, me hacen girar la cabeza a mi derecha. A escasos 5 metros de mí, una cierva adulta, un poco intranquila, pasta la hierba del lugar; otra, un poco más allá, atraviesa el bosque que se abre ante mí; otra más allá, trota ladera arriba, hacia lo profundo del bosque; a todo esto, el atronador berrido de un Venado adulto, lo siento tan cerca, que casi noto las vibraciones que produce este sonido: ¡al gran macho lo tengo ahí mismo!. ¡Es una sensación indescriptible! ¡El aspecto biológico más significativo de la vida del Ciervo Común; la Parada Nupcial, la Berrea, se está desarrollando ante mis asombrados ojos!, con las actrices y los actores que participan en este Drama inolvidable de sus Vidas, en el Gran Teatro, de su Medio Natural. Está atardeciendo. La cierva que está pastando cerca de mí, deja escapar un fuerte bufido y corre veloz ladera arriba. A la vista de los acontecimientos que estoy viviendo, mi determinación no deja ya lugar a la duda: ya no voy a subir a la “Cañada de las Fuentes”; sino que, siguiendo la pista de los ruidos que estoy escuchando, voy a internarme, “a campo traviesa”, ladera arriba, tras el trote de las ciervas que han tomado esa misma dirección. Aún no he visto al Venado que berrea; pero estoy absolutamente decidido a plasmar en imágenes de vídeo, no sólo a las hembras que ya he visto; sino, esencialmente, al Venado en celo que berrea, cada vez con más intensidad Ladera arriba, llego a un camino forestal que, sin duda, es otra de las muchas rutas que hay en el Parque Natural, que no está aún señalizada. Más ruidos de Berrea, trote de ciervas que vienen de abajo, ramas que se quiebran al paso de las reses. Estoy convencido de que, ciervas y Venado, van a atravesar este mismo camino en el que me encuentro. Pongo en funcionamiento la cámara de vídeo. Las ciervas adultas que vi antes, cruzan el camino con su trote elegante. ¡Por fin veo delante de mí al Venado de cornamenta espectacular que quería localizar!, y que viene detrás de las ciervas que cruzaron antes. Ha captado mi presencia cerca de él. Con recelo, se entre-para al borde izquierdo del camino forestal en el que estoy, a muy pocos metros. Se queda quieto en el centro del camino. Me mira. ¡Que cornamenta tan espectacular! Es un macho adulto precioso. Arranca a correr ladera arriba, por el lado derecho del camino. Lo pierdo de vista, aunque oigo perfectamente cómo se aleja de mí. Ha sido una experiencia inolvidable. A continuación, llevado por mi curiosidad, inicio el ascenso, camino arriba, siguiendo la dirección que me va marcando. Quiero descubrir el lugar al que lleva esta ruta no señalizada. La tarde va cayendo. La luz se va escondiendo poco a poco, en las formaciones rocosas que veo ante mí. El juego de luces y sombras, dibuja formas muy pintorescas. Procedo a inmortalizar ese luminoso momento, en el disco DVD. De ocho centímetros, de mi cámara de vídeo. Al girar una curva a la izquierda en la pista por la que voy andando, dos jabalíes adultos, tan sorprendidos como yo mismo, arrancan a correr ladera arriba. Está anocheciendo. A lo lejos oigo el canto burlón y aflautado de un Cárabo Común, que comienza a romper la calma de mis nervios. Un poco más allá, el ulular tenebroso de un Búho Real, acaba con éllos. Empiezo a asustarme. Cada vez es más de noche. No hay luna. El cielo sigue cubierto y va tomando los tonos morados oscuros de una muy mala noche. Bajo de la nube en la que estaba flotando, después de tan interesantes acontecimientos vividos. Caigo en la cuenta de que me encuentro en lo más profundo de la Sierra; en un territorio al que no pertenezco; rodeado de bosques profundos y animales silvestres que me pueden dar un buen susto, en cualquier momento…y es casi noche cerrada. Tengo que volver sobre mis pasos, sí o sí, tratando de no perder el camino en el que estoy, que casi no distingo ya. Llevo andando mucho rato. Tengo la sensación de que alguien me vigila. Ruidos. Gruñidos. Ramas que se rompen. Búhos y Cárabos que no paran de ulular; sonidos verdaderamente impactantes, que me hacen perder totalmente la tranquilidad y la calma, y que me hacen perder los nervios, porque, los oigo perfectamente, pero no veo a aquéllos que los están produciendo. No encuentro la casa forestal de la Fuente del Oso, ni veo mi viejo Peugeot blanco; si creo ver sombras que pasan por delante de mí. No sé si son animales que cruzan, o es mi asustada y atormentada mente, que me hace ver visiones. Estoy muy asustado; terriblemente asustado. Por fin me doy cuenta: ¡estoy perdido dentro de lo profundo del Parque Natural, en medio de una noche cerrada;…y oscura como la boca de un lobo!...; sin linterna, ni comida, ni teléfono móvil; ni ropa de abrigo, por si me veo obligado a pasar la noche, dentro del Parque Natural. Y no sé volver a mi viejo Peugeot. Con toda seguridad he tomado una bifurcación equivocada, de la pista forestal que casi no distingo ya. Me encomiendo en Dios. Me armo de valor. Recompongo mis destrozados nervios y me armo de paciencia. Vuelvo una vez más sobre mis pasos, con los cinco sentidos más alerta que nunca. Llego al principio de la bifurcación equivocada que he tomado, y retomo la bifurcación adecuada. Tras un largo recorrido de casi una hora, allá, no muy lejos, distingo la Casa Forestal “Fuente del Oso”, y mi viejo Peugeot blanco, en la cuneta donde lo dejé. Antes de llegar al vehículo, aún me aguarda una sorpresa: dos Agentes de Medio Ambiente, están fuera de su Land Rover, a pie quieto, examinando mi viejo Peugeot blanco. Cuando yo llego donde están ellos; con toda la razón, me echan un pequeño “rapa polvos”: Agente de Medio Ambiente: -¿es este su vehículo? Yo: -efectivamente, este vehículo es el mío. Agente de Medio Ambiente: -pero; ¿cómo se le ocurre permanecer aún dentro del Parque Natural? Se podía haber quedado dentro de él hasta mañana. Íbamos a proceder a cerrar la valla de acceso al Parque Natural, cuando hemos visto su vehículo. Temíamos que estuviera perdido en lo profundo del Parque. Yo: -lo lamento muchísimo. Disculpen mi torpeza. Cojo el vehículo, y salgo del Parque. Muchas gracias por su preocupación y su interés. Hasta pronto. Por fin me encuentro sano y salvo, saboreando un café con leche que, muy amablemente, me han preparado en el Restaurante del Camping “Puente de las Herrerías”. Ya estoy más tranquilo; no tengo miedo, y dejo volar una vez más mi imaginación, rememorando los acontecimientos vividos. FRANCISCO PARRILLA; MONITOR EN EDUCACIÓN AMBIENTAL.

SEGURA DE LA SIERRA.

SEGURA DE LA SIERRA.
Castillo de Segura de la Sierra.